El esfuerzo blanquillo y la gran actuación de Roberto sellan un buen empate en Merkatondoa
El Tudelano no pudo imponerse en el derbi navarro de la jornada, aunque logró no marcharse de vacío gracias a un buen ejercicio de defensa e implicación colectiva que Roberto Santamaría apuntaló en otra gran tarde de inspiración. El Izarra, sin grietas, supo frenar los intentos de los de Oriol Riera en un partido parco en cuanto a ocasiones en comparación a la altísima intensidad que ambos conjuntos imprimieron hasta el último suspiro.
Los riberos, vestidos de negro para la ocasión, no terminaron de encontrarse cómodos por momentos frente a un anfitrión inspirado mostrando síntomas de bloque al alza, automatismos y una gran adaptación a una superficie que, por contra, dificultó los planes blanquillos. Sin embargo, ante muchos factores adversos, el Tudelano se hizo fuerte en las disputas y minimizó errores. Las pocas ocasiones en las que el equipo estellés logró sortear la zaga albinegra con claridad, fueron neutralizadas por su guardameta. Especialmente espectacular fue un mano a mano a los diez minutos de la segunda parte en el que el mayor de los Santamaría denegó el gol a Dani Fernández con una respuesta casi imposible a su cañonazo a bocajarro.
El bloque tudelano apostó por un juego más práctico en la segunda mitad y rondó las inmediaciones del área rival, pero no encontró fortuna en las conexiones decisivas, al margen de la eficaz defensa local, que únicamente cometió un par de indecisiones sin final feliz para los blanquillos. La última ocasión del duelo, al borde del minuto 90, fue para el Izarra, pero otra gran mano de Roberto entre una multitud de piernas mantuvo las tablas.
Oriol Riera, en su reflexión tras el término del encuentro, se mostró orgulloso por la actuación de sus pupilos y destacó tanto la buena actuación grupal como la importancia de un punto en un campo complicado que podría aumentar exponencialmente su valor en función de lo que el equipo sea capaz de lograr en las próximas semanas.
Izarra
