Los blanquillos atraviesan uno de los momentos más importantes de la temporada. Tras encadenar tres victorias consecutivas y confirmar las buenas sensaciones de los últimos encuentros, el equipo viajaba a Zubieta en busca de meterse de lleno en los playoffs.
Se presumía en el verde un auténtico partidazo que sin duda, lo fue. Dos equipos de gran nivel y con el mismo objetivo, sumar de tres. Arrancaba el encuentro con un intercambio de posiciones entre ambas escuadras. Pronto fue el Tudelano el que comenzó a generar peligro llevando las riendas del encuentro. La Real por su parte, intentaba hacerse con el dominio del balón, aunque no fue una tarea sencilla, porque los blanquillos pusieron de su parte para imponer su juego. La intensidad fue sin duda protagonista durante los noventa minutos del encuentro. con un par de llegadas tímidas en varias áreas fueron los nuestros los que generaban peligro real, generalmente con buenas transiciones y contragolpeando. Los locales, algo incómodos en los primeros compases, donde perdían balones y eran imprecisos.
Llegada la media hora de partido, los locales continuaban con la intención de hacerse con el balón e intentar asediar la meta contraria, pero aunque lo intentaban, el Tudelano, bien plantado, apenas daba opciones a su rival. Los donostiarras se precipitaban demasiado en busca de la portería contraria y los visitantes, muy centrados, acababan cortando los intentos locales y lanzándose al contragolpe. Se vivían, así, minutos de ida y vuelta, sin un dominador claro y sin ocasiones de verdadero peligro en ninguna de las áreas. Pol Prats lo intentaba para los navarros al cuarto de hora, pero su remate se le fue desviado. Parecía que los navarros llegaban con algo mas de claridad y en el 19 era Alberto Fernández el que probaba suerte, pero un manotazo a mano cambiada del guardameta tapó el disparo al palo corto.
Los nuestros, cada cada vez tenían más controlado el encuentro ante un rival, que no conseguía mantener el balón en su poder durante demasiado tiempo. Las jugadas de peligro se generaban en el mismo area, en la local. Fue en el minuto 39 cuando acabó llegando el 0-1 en un centro lateral de Borja Vicent. Oier Sarriegi envió el balón al fondo de la red tras un rechace que golpeó en el palo. Los Tudelanos abrían distancias en el marcador y terminaba la primera parte con mucha comodidad.
Ya en la segunda mitad, la real sociedad, trató de meter una marcha más en busca del empate. Los nuestros conseguían hacer inválidos todos los esfuerzos de los locales en la búsqueda del gol. El Tudelano se mostraba muy serio y con una idea de juego con mucha claridad. Sin embargo, la insistencia local acababa dando frutos en el minuto 60. En una jugada aislada, un balón filtrado entre líneas plantaba a Mikel Rodríguez a escasos metros de la portería de Roberto Santamaria, a quien batía por su lateral. Con el gol volvió la igualdad y el partido comenzó a romperse. En el minuto 65, una triangulación de los blanquillos terminaba con un remate de Antonio Otegui que permitió a Fraga hacer un auténtico paradón. Dos minutos más tarde una nueva acción combinativa al primer toque, permitió al Tudelano volver a adelantarse. Un gol tras un disparo cruzado de Pol Prats que arrancó los aplausos de los allí presentes.
Aumentó de nuevo la intensidad tras el gol de los visitantes y con ella la tensión. El Tudelano centrado en tratar de cortar las internadas locales, se vio sorprendido en el último suspiro del encuentro. El colegiado señaló penalti en una acción en la que el balón chocó con el torso de Kanoute. Tras un auténtico partidazo de los nuestros y al borde de finalizar el encuentro, los donostiarras no perdonarían desde los once metros el regalo brindado por el asistente principal.
Terminó entre discrepancias la antepenúltima jornada liguera que nos dejó sin premio en una inmejorable versión del equipo.