El Tudelano saldó su visita a Logroño con una valiosa victoria en una tarde fría en cuanto a climatología y ambiente, pero caliente sobre la cancha. El triunfo tuvo un alto coste para la entidad albinegra, puesto que emprendió el camino de vuelta con varios lesionados.
El inicio del partido fue ideal para los intereses riberos, que imprimieron una intensidad altísima a los primeros compases del primer acto y encontraron el premio a su ambición en un tempranero tanto tras una de conexión estelar de dos sospechosos habituales: centro de lujo de Prats que Coscia embocó a la perfección en las inmediaciones del segundo poste.
La mala fortuna que está castigando en forma de lesiones a los de Oriol también hizo acto de presencia en la cita sabática, y, para más inri, lo hizo por partida doble. Mediado el minuto 25 de la primera parte, Lluc, que formó de partida prácticamente sobre el pitido inicial al no poder hacerlo Telletxea, caía dañado en un lance y tenía que ser sustituido por Mousa, que más tarde se erigiría como uno de los nombres propios del partido.
Los logroñeses aprovecharon el desconcierto y el cambio de planes forzoso para estirarse y diluir el dominio tudelanista. El Racing Rioja asentó sus cimientos y empezó a vislumbrar la remontada a pesar de marrar una oportunidad clara antes del descanso. El postre al sufrido primer acto fue otra lesión, la de Coscia.
Tras la vuelta de vestuarios, el primer cuarto de hora del segundo tiempo fue diametralmente opuesto al del primero, siendo los locales quienes mostraron determinación y buscaron insistentemente el fallo blanquillo para terminar empatando la contienda en el 61´.
En este primer tramo de la segunda mitad, el partido había subido un peldaño en cuanto a intensidad física y multitud de duelos se habían saldado con cartulinas amarillas, hasta cinco en menos de quince minutos. En el minuto 71, García, cuyo nombre figuraba entre los amonestados, llegó tarde a un balón dividido y el juez no tuvo otra opción que señalarle el camino de los vestuarios. Los de Martín, que estaban siendo superiores y habían logrado equilibrar el marcador, encontraron un revés insalvable en la expulsión.
El Tudelano hizo valer entonces su superioridad numérica. Apenas tres minutos después de la expulsión local, Mikel Bueno aprovechó un gran centro raso de Mousa para mandar el balón a la jaula, remachando una transición impecable y poniendo por delante de nuevo a los suyos. El Racing arriesgó y quemó todas sus naves en ataque, lo cual supo aprovechar el equipo de la capital ribera, finiquitando el duelo en el tiempo extra con una letal contra en la que Sarriegi, habilitado de nuevo por Mousa, certificaba una nueva victoria tudelanista como visitante.
Racing Rioja
