Tras un partido que no fue de juego excepcional para los nuestros, Iker Hernández fue el encargado de dejar al equipo sin el premio de los tres puntos.
Nueva oportunidad para redimirse y para sumar de tres, una costumbre que parece ya perdida en los últimos tres meses. El partido arrancaba bien para los de David González, que no tardaron en hacerse con el dominio del balón. En cambio, no lograban encontrar ni peligro ni profundidad. De esta ausencia de peligro llegaría la primera ocasión del partido. Roberto Santamaría tuvo que estirarse para evitar que el cabezazo de Ignacio Ruiz se colara en el fondo de la red.
Tras el paso por vestuarios, los de Tudela consiguieron generar más peligro en un partido que poco a poco comenzaba a romperse. Mikel Santamaría cabeceó a un centro colgado desde la izquierda, que el guardameta rojillo rozó para desviarlo hacia el poste. Tras esta clara acción llegaría el gol de Rodrigo Sanz. Joel recuperó el balón cerca de la medular y cedió para Simeone, quien encontró a Rodrigo solo en la izquierda y cruzando el esférico de un zapatazo, lo mandó para adentro.
Transcurrían los minutos y parecía que por fin los nuestros volverían a ver la victoria. Con algún ligero acercamiento, el Calahorra estuvo cerca de igualar la contienda. Pero no fue hasta el último minuto de la prolongación cuando el conjunto riojano encontró la vía para anotar. Centro medido a la perfección colgado por Ekiza, que solo tuvo que desviar ligeramente Iker Hernández para que Roberto no pudiera hacer nada. Un nuevo empate con sabor a derrota.