Tras cuatro meses de incertidumbre acompañados por una mala dinámica ponemos fin a tan pesada mochila que cargábamos a cuestas. Tuvo que esperar la victoria a la visita de un campo tremendamente complicado, Urbieta.
El partido empezaba de la mejor manera posible, apenas transcurridos 32 segundos, Unai Vélez mandaba el esférico al fondo de la red tras un gran servicio de Colau desde banda izquierda. Arrancábamos los noventa minutos con ventaja, como si de un punto extra se tratase. Tras el gol, el Gernika asumió la responsabilidad de la posesión de balón, pero de manera muy poco efectiva.
La segunda manga comenzaba de la mejor manera para los blanquillos, ya que el Gernika se quedó con un hombre menos por segunda amarilla tras una falta peligrosa al borde del área. Era el momento de un estelar Rodrigo y así lo hizo ver el navarro. Halló la manera de encarrilar el partido y qué manera. Desbordó a su par una y otra vez, en velocidad y con gran profundidad. Una de estas internadas por el costado izquierdo sirvió para habilitar a Amorrortu, que, a placer, hizo el 0-2. Era el minuto 70 y, poco después, el propio Amorrortu hizo el tercero, tras una recuperación de Eder en tres cuartos de campo. Disparo cruzado que no consiguió repeler Altamira.
El Gernika recortó distancias en el minuto 83. Pese a ello, minutos después Eder hizo cuarto que cerró el choque y que permite al equipo encontrarse con la victoria de nuevo.