Revertir una mala dinámica es ardua tarea, a la vista queda. Son muchos minutos los que pesan a las espaldas de un equipo que no reencuentra la senda de la victoria. Esta vez, el Barakaldo ejerció de verdugo. Manteniendo el mando en el primer tiempo, aunque de manera tímida y sin poder atravesar la muralla defensiva de los nuestros. Apenas hubo oportunidades para romper el empate y los goles tuvieron que esperar a la segunda parte. Orozko estrenó el marcador con un gran remate de volea en el minuto 50. Poco después, Pacheco, uno de los más destacados del encuentro, empujó a la red un buen pase de Pedernales. Los blanquillos metieron el miedo en el cuerpo en el tramo final reduciendo distancias de penalti por mediación de Colau. Tena le acertó el lado, pero no pudo parar un potente y colocado disparo. El mazazo final lo dio Endika Buján, quién sentenció el choque para que los nuestros acumulasen una nueva derrota que amplía el bache.
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